Donde no te esperas un Windows, televisión por satélite

Donde no te esperas un Windows, televisión por satélite
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Cuando estamos en nuestro salón, tumbados o sentados en el sofá viendo, solos o acompañados, nuestros programas o series de televisión favoritas, no te imaginarías el viaje alrededor del mundo que está realizando la señal que estás viendo.

La tecnología y los presupuestos implicados en repartir los cientos de canales de televisión en abierto o codificado, por todo el mundo son impresionantes tanto en la cantidad como en el nivel científico.

Y, en su mayoría, son orquestados y dirigidos por sistemas Windows.

El centro de control que recibe y reparte la señal

Orbita de un satélite de TV

Mapa de radiación de un satélite de televisión sobre Europa

Todo empieza con la grabación, sea en directo o diferido de la claqueta de contenido que compone un canal de televisión. El cual es enviado a un centro de control y distribución que lanza por medio de un bosque de grandes antenas, la señal a los satélites que están situados en órbita geocéntrica alrededor de la tierra.

El satélite, que recibe ese flujo de canales, lo reenvía (como un paraguas) a todo la superficie terrestre que tiene bajo sus pies, repartiendo la señal de una forma que, ni en sus imaginaciones más avanzadas, podrían posible nuestros antepasados de hace, apenas un siglo.

Y uno de los receptores de dichas señales de televisión retransmitida es el propio centro de control, pudiendo saber ante una incidencia, si el problema viene de la fuente, del satélite o del propio centro de distribución.

Lo seguro y probado, sistemas heredados que deben funcionar

Mesa de Centro de Control

Estos centros de control están compuestos por grandes rack lleno de todo tipo de dispositivos, arboles de antenas, amplificadores y un montón de tecnología para sostener los altos niveles de calidad, estabilidad y disponibilidad que requieren los clientes.

Pero lo más llamativo son las grandes salas en donde se realiza la monitorización constante de la señas emitida y recibida, en donde decenas de monitores ofrecen las imágenes retransmitidas.

Y aquí, en las largas mesas, hay una pléyade de equipos informáticos, portátiles, sobremesa, sobremesa embebidos, portables, etc., todos con alguna versión de Windows, como sistema operativo sobre el que trabajan las aplicaciones de gestión y control del hardware.

Lo más curioso es encontrarse que la mayoría de los sistemas, en la sala de control que describo y que pude visitar en primera persona, utilizan Windows XP. Pero también puedo observar varios Windows 98, y me comentaron que algún Windows 3.11 todavía andaba encendido en algún sitio.

Esto es, básicamente, debido a que los programas que soportan estos sistemas operativos vetustos, no han sido migrados a versiones más modernas por diferentes motivos. Y que tienen, como única solución a corto plazo, la virtualización de las plataformas.

Espero que te haya causado tanta curiosidad como a mí.

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